Director: Costa Gavras
Guión: Jorge Semprún
Año: 1969
Nacionalidad:Francia, Argelia
Actores: Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Irene Papas, Jacques Perrin, François Périer, Pierre Dux, Charles Denner
Sinopsis: En un país regido por una precaria democracia, donde el gobierno utiliza
a la Policía y al Ejército para erradicar cualquier amenaza
izquierdista, un diputado de la oposición es asesinado en plena calle
cuando acaba de presidir un mitin de carácter pacifista. La
investigación del caso es encomendada a un joven magistrado consciente
de que se trata de un crimen político cometido por dos sicarios a
sueldo.
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Comentario Rojo:
La película empieza con una lección magistral sobre las plagas de la
vid, el midium, y sus tratamiento fitosanitario, ante un público
exclusivo de militares y policías. El público se aburre, mira a otras
partes y no sabe qué hacer. A renglón seguido el jefe militar hace el
mismo discurso, pero no habla del viñedo, sino de la sociedad y de las
plagas que atacan y enferman a esta sociedad, que son todas las que
acaban en "ismos". El público muestra el máximo interés y hasta toma
apuntes.
Un virus va a tacar a la tranquila sociedad griega, un diputado de la
izquierda pacifista va a dar un mitin. Hay que aplicar el tratamiento.
Hay que recurrir a los elementos más sanos para contraatacar a este
virus, esos elementos curiosamente, son la extrema derecha, que recluta a
sus militantes en el paro, la miseria y analfabetismo, a base de
promesas de trabajo o las más matones de impunidad.
En el siglo pasado era muy normal el que si las urnas se equivocaban o
el pueblo no sabía bien a quién había que votar, había una forma muy
rápida de enmendar el error: los militares, siempre ansiosos de engrasar
sus armas y de matar, recibían la orden y tardaban poco en "tomar la
calle" y la vida de sus habitantes.
En este nuevo siglo, los militares sirven para poco, siguen dando
miedo y engrasan sus armas y matan fuera de nuestra vista, allí dónde
hay algo que ordenar para el saqueo. Las órdenes, ayer como hoy, las dan
los mismos de siempre. Los que saben mandar y saben lo que hay que
votar.
En el siglo pasado, los que mandan y saben lo que hay que votar,
viendo que Grecia se estaba equivocando, dan la orden y sueltan a los
militares para dar un golpe de estado evitar lo peor: la revolución, el
error. En este nuevo siglo, y en este mismo año ha habido un golpe de
estado en Grecia. El progreso y la modernidad han evitado que sean los
militares sus protagonistas,ha sido el mismo gobierno el que ha dado el
golpe y recorta y cancela los logros sociales y carga contra el pueblo.
Esta nueva forma de golpe es mucho más elegante y más democrática, sobre
todo democrática. Pero hace el mismo daño y causa las mismas miserias.
En el siglo pasado, la inestabilidad política y los errores sociales
son patentes en Grecia, Portugal, España e Italia. La red Gladio es la
encargada de vigilar y controlar que no se cometan errores, que los
pueblos no se equivoquen. En este nuevo siglo, la inestabilidad
económica sigue en estos mismos países y mismos pueblos, que en el siglo
pasado y estos cuatro países están en cuarentena para evitar que estos
pueblos conserven sus derechos sociales. Ya no hay miedo de cambios de
sistemas económicos y ahora hay que apretar, hay que quitar lo tanto
costó conquistar.
Grecia el país de la Democracia, ha sido el primero en autogolpearse,
siempre ayudado, como siempre, como en el siglo pasado, por alguna
potencia extranjera. Portugal, España e Italia, para no ser menos, han
empezado a autogolpearse, no de gordo, pero si de "a poquito". El pueblo
empieza a perder sus derechos y a callar, que puede ser peor.
El golpe, los golpes están aplicando el guión impuesto por el
capitalismo, pero de una manera elegante y democrática. Los políticos
que nos representan saben su papel y pelean como fieras por golpear. En
las nuevas elecciones se va a elegir al golpeador, y podremos elegir a
nuestro verdugo y además puede ser bueno hasta cambiar de golpeador. El
Psoe ha golpeado al sector privado y el Pp se encargará de golpear al
sector público, y ojo si queda algo por golpear, que nadie se sienta a
salvo.
¿Qué pasaría si a pesar de los golpes, no sirvieran para nada y los
pueblos se equivocaran?. Pues nada, si los pueblos no saben adaptarse a
la modernidad y a la democracia neoliberal, habrá que volver al siglo
pasado, recuperar los ejércitos del exterior y volverlos a casa, mejor
para los militares, el enemigo está más cerca y es más conocido.
Todo lo que ocurrió en el siglo pasado y está ocurriendo en este
siglo,se hace siempre, como en la película, a través de la injerencia
extranjera. El siglo pasado era la embajada USA y este año son las
embajadas de los Mercados, este siglo la amenaza parece más difusa, pero
está ahí y se neoliberalismo o capitalismo a secas. Hoy hay más
embajadas y más injerencia.
Z, significa la resistencia vive. Y en la película hay un pueblo
dispuesto a no rendirse y plantar cara, hombres y mujeres de izquierdas
que hacen política de resistencia por y para el pueblo a costa de sus
vidas.
Por mucho que insistan en callarnos, asustarnos, golpearnos y matarnos
siempre vivirá la resistencia, siempre querremos un mundo mejor. No nos
resignaremos a no luchar.
"Somos necios: será que la necedad nació conmigo(nosotros)" (Silvio Rodríguez)
Película Franco-Argelina de 1969
Duración: 127 minutos
Dirigida por Costa-Gavras
Guión de Jorge Semprún y Costa-Gavras, sobre la novela homónima de Vassilis Vassilikos
Protagonizada por Jean Louis Trintignant, Jacques Perrin, Yves Montand e Irene Papas.
Película multigalardonada, con dos Premio Oscar 1970: al mejor
montaje Françoise Bonnot, y al mejor filme extranjero Argelia. Con dos
premios del Festival de Cine de Cannes 1969: Al mejor actor Jean-Louis
Trintignant, y el Premio del Jurado: al mejor director. El premio BAFTA
Anthony Asquith 1970: a la mejor música para filme MikisTheodorakis. El
Premio Edgar 1970: al mejor filme. El Premio Globo de Oro 1970: al
mejor filme en lengua extranjera Argelia. El premio NYFCC 1969: al
mejor director.
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